viernes, 27 de noviembre de 2015

Toma 2

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Cuentan que antaño yo tuve un blog. 

Fue una época personal muy enriquecedora, aunque quizás no tanto para mis amigos, a los que forzaba con un látigo a seguirme y leerme (con sms o messenger, el whatsapp de antaño). Luego blogger fue google; luego se integraron y me dio miedo que gente con mi correo pudiera acceder a mi cuenta. Así que hice algo tremendamente estúpido: creé una cuenta con una contraseña tan difícil que a día de hoy no recuerdo; eliminé la cuenta de correo de respaldo y le traspasé el control único del blog a esa cuenta; y de postre, cerré el acceso para que únicamente pudiera acceder al blog el correo nuevo. 

Así fue como, tristemente, perdí mi blog. 

Naciendo a finales de enero de 2006, en época de exámenes enero, floreciendo y creciendo hasta el 2008 y paulatinamente decreciendo hasta creo que 2010 o 2011. Con una frecuencia de publicación que representada en una gráfica tendría una asimetría claramente positiva. Con listados musicales, sección CurioUSAmente, the day before the 15th, mis entradas crípticas, cambio de nombre entre medias, obituarios, y tantas cosas que han quedado en el éter digital, visibles sólo para un señor google al que no le interesa. 

Echo de menos mi blog.

Desde que lo mandé al destierro por error, no he vuelto realmente a escribir nada. Y eso es malo. Porque no es que sea el mejor escritor, el más creativo o el más gracioso. Pero me forzaba a escribir, me generaba ideas y al menos yo me reía mucho. 

Es hora de dejar atrás ese blog.

Murió. O está en coma irreversible. Es hora de pasar pagina. De recordarlo como aquellas obras de teatro que realizamos antes del desarrollo digital: Probablemente cutres y avergonzantes pero recubiertas con la miel que el tiempo deposita sobre nuestras memorias.



Don't make it look like an accident es una frase de una canción, my stop, de un grupo sueco llamado Lacrose. Tengo especial predilección por esa canción. Me alegró día sí y día también durante un par de meses hasta que un día reparé en la letra que escondían los ritmos alegres: Una persona en lo alto de un edificio despidiendose antes de suicidarse. A mitad de canción el paso a coros y cambio de ritmo dejan claro que la persona ha saltado, para terminar repitiendo: "Don't make it look like an accident / this is my stop". Creedme, la primera vez que me di cuenta creo que grité en la calle : "¡no!", como cuando esa canción de La Oreja de Van Gogh por primera vez en la radio, sin saber de que iba: "Y ya estamos llegando. Mi vida ha cambiado. Un día especial. Este 11 de marzo. Me tomas la mano. Llegamos a un túnel. Que apaga la luz." "¡No! ¡No! ¡No!"

Divago sobre blogs.

El resumen final es que yo suicidé a mi blog. Puse un torpe punto y final que creo que es hora de enmendarlo. Como un puente roto tras pasarlo, la orilla anterior está inaccesible, pero sigo teniendo el camino por delante. Y de momento, se llama "Don't make it look like an accident". Vivo que no es poco, murió. Para gustos, ya no están los Colores. Y aún no tengo nombre mejor.

Lo que sí que tengo es un nuevo blog

Sí, lo sé, un blog personal en 2015, un adelantado a mi época. Aunque sea publico, no tengo ninguna pretensión, no pienso publicitarlo. Así que si el azar te ha hecho llegar aquí y te quedas, sé bienvenido.



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